Una linda y fresca mañana en la Ciudad ingresamos 10 hs. al hotel. Puntualmente Juan Pablo Olmedo, gerente y anfitrión del hotel, nos recibió con su estilo afable, natural y sonriente. Una agradable sorpresa la conformación de la planta baja del hotel con front desk, lobby, hall, star de espera y bar con atributos indispensables :amplitud y funcionalidad, sumando decoración y luminosidad. Tres ascensores muy cómodos, 9 pisos con 192 habitaciones, todas al exterior,

Interiorismo alineado con un edificio sólido de estilo francés clásico construido en 1927 por el renombrado arquitecto Alejandro Bustillo, que ha sido completamente modernizado por el multipremiado estudio de Arquitectura Urgell-Penedo.

Acceso a las habitación por pasillos anchos, y doble circuito de escaleras. Desayunador moderno, bien grande, mesas separadas con espacios de paso holgado. Muy completa y variada propuesta de desayuno ( incluye champagne ) y la opción celíacos. Equipo y personal amable, correcto y servicial.

Salones medianos y grandes, independientes o integrados. Equipados y con propuestas variadas de servicio gastronómico.

Todo siempre en muy buen estado.

Dado que el hotel ocupa toda la manzana ( es un triángulo ) la terraza, con pileta exterior y deck, da muy buenas vistas a la ciudad.

Verdaderamente nos gustó. Destacamos su valiosa ubicación, el confort y luminosidad de las habitaciones, con un completísimo desayuno, todo alineado con una tarifa acorde.

Dr. Roberto Salvi

Director/Editor Diario del Hotelero.