Se escribe mucho sobre hoteles, pero sus huéspedes... sus huéspedes podrían hacer correr ríos de tinta. Y si no lo hacen es, por supuesto, gracias a la discreción de sus anfitriones. Porque como suponemos, no es fácil contentar a algunos clientes. El informe anual de Hoteles.com lo corrobora.

El Hotel Room Innsights Report vuelve a arrojar luz sobre los sorprendentes objetos que se olvidan los huéspedes, los peticiones que realizan al servicio de habitaciones y algunos de los estrafalarios servicios que ofrecen los hoteles para satisfacer a los viajeros de hoy en día.

Tras entrevistar a más de 400 de sus hoteles asociados en todo el mundo, Hoteles.com confirma que han quedado atrás los días en los que se pedía un clásico sándwich a la habitación. Entre las solicitudes más desconcertantes encontramos el caso de un huésped que pidió que le llenaran una bañera "llena de Evian para que un niño pudiera bañarse en el agua más pura". En la lista también se incluye un vaso de leche de cabra fresca, un perrito caliente con caviar, un menú específico para su mascota, un kilo de plátanos y una tostada quemada.

El informe enumera también algunos de los artículos más comunes y menos comunes que se dejan olvidados en las habitaciones de hotel. Aquí encontramos mucho más de lo que imaginamos. ¿Quién no se ha dejado (¡y qué rabia da!) el cargador del móvil alguna vez? Es un clásico... como también lo son los olvidos de ropa sucia, de cremas y maquillaje, y los adaptadores de corriente que son las categorías más olvidadas en las habitaciones. Aunque ojo, porque según este informe, el 10 por ciento de los hoteles informaron haber encontrado dentaduras postizas olvidadas... otro despiste habitual.

Un Rolex, un bolso de hermés...

Hasta aquí, ninguna sorpresa. Ahora bien, ¿Cuáles son los objetos más insólitos que se ha encontrado este año el personal de limpieza? Esta lista de rarezas incluye desde un Rolex a un polluelo vivo. Por lo visto hay quien tiene un lagarto por mascota... y encima se lo olvida en la habitación del hotel. Entre los objetos más raros también se incluyen una batidora, el neumático de un coche, dos tuberías de construcción y una olla arrocera. Harto de llevar escayola en ambas pierdas, un cliente decidió dejarlas también sobre la cama. Y hay quien se olvidó una muñeca de vudú, según el estudio de Hoteles.com.

En la lista también encontramos dos artículos que dan para una película: varias maletas llenas de billetes y un oso de peluche también relleno de dinero. Los clientes que se dejaron un bolso Birkin de Hermés seguramente también lo sentirían. Pero no tanto como el que se dejó, según el informe, el objeto más caro: un reloj valorado en 6,1 millones de dólares. En total, más de un tercio de los hoteles encuestados afirman que los huéspedes olvidaron cosas durante al menos el 25 por ciento de sus estancias.

Fuente: El Mundo