Hotelería

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El vino como corazón de la experiencia hotelera

El vínculo entre el vino y la hotelería se remonta a siglos atrás, cuando los viajeros, especialmente en Europa, recorrían largas distancias y necesitaban lugares donde descansar y reponer fuerzas.

8 de noviembre de 2024

Muchas de las primeras posadas y tabernas eran operadas por monasterios y comunidades religiosas que también cultivaban viñedos, y el vino que producían no solo se utilizaba para fines religiosos, sino también para recibir a los viajeros.

En ese entonces, el vino era una parte esencial de la hospitalidad y se ofrecía como un símbolo de bienvenida y buena voluntad.

Ya en el siglo XX, con el auge del turismo y el desarrollo del enoturismo, esta relación se consolidó. Los hoteles empezaron a organizar experiencias completas en torno al vino.

La figura del sommelier es fundamental en esta experiencia. Ya sea en restaurantes, bares o eventos privados dentro del hotel, el sommelier es quien guía a los huéspedes en el descubrimiento de los vinos locales y los maridajes ideales, adaptando cada recomendación al paladar y preferencias de cada visitante.

Este servicio personalizado va más allá de una simple cata: el sommelier comparte historias sobre las bodegas, las variedades de uvas y los métodos de producción, brindando un contexto que enriquece la experiencia del huésped.

En definitiva, el vino y la hospitalidad han tejido una relación que no solo persiste, sino que se reinventa para ofrecer experiencias memorables y llenas de sentido.

Hoy, los hoteles que entienden la importancia de integrar el vino en sus servicios crean propuestas que se destacan y enriquecen el viaje del visitante, convirtiendo cada estancia en un recorrido por los sabores, historias y tradiciones de la región, invitando a cada huésped a conectar con lo auténtico, lo local y lo inolvidable.

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Adriana Potenzone es graduada de la Escuela Argentina de Sommeliers y cuenta con una diplomatura en Gestión de Enoturismo por la Universidad del Aconcagua y la Universidad Católica de Salta.

Con una sólida formación y años de experiencia en el mundo del vino, se ha especializado en ofrecer experiencias únicas y personalizadas que combinan su pasión por la Viticultura con su profundo conocimiento del enoturismo.

A lo largo de su carrera, ha trabajado en diversas bodegas y proyectos, brindando asesoramiento experto y creando vínculos entre el vino, la cultura y la hospitalidad.