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Crece la ola de violencia antiinmigración en Gran Bretaña: ataques a hoteles, negocios destrozados y muchos detenidos

Las protestas no cesan y crece el temor por un efecto contagio en otros países de Europa.

5 de agosto de 2024

El hotel Holiday Inn de Rotherham, en el norte de Gran Bretaña, era la línea del frente. De un lado, los militantes ultraderechistas y xenófobos de la Liga de Defensa británica, con matafuegos, atacaron a los oficiales de la policía, al grito "que me devuelvan el país". En el medio, policías armados con uniformes antidisturbios, caballos y perros defendiendo el objetivo. El enemigo eran los aspirantes al asilo político, mayoritariamente musulmanes, que miraban aterrados, detrás de las cortinas de nylon de este hotel tres estrellas, donde el gobierno británico los aloja mientras se tramita su asilo o su expulsión. Era la mañana del domingo y buscaban quemar el hotel con los asilados adentro. La escena se iba a reproducir en Tamworth, en Staffpordshire y en Middlesbro, en lo que ya es el quinto día de disturbios étnicos y anti migrantes en el reino.

Entre el sábado y domingo los disturbios se extendieron a Manchester, Liverpool, Belfast, Blackpool, Leeds, Hall y Stoke on Tent. En Belfast atacaron los negocios de los musulmanes y los quemaron. Por estos hechos de violencia hay más de 100 detenidos, que serán juzgados.

El objetivo son los refugiados, los aspirantes a asilo y los musulmanes, en un reino donde hay 3,9 millones de personas que practican esa religión. Solo se vio esta violencia durante las manifestaciones del Poll Tax contra Margaret Thatcher y en la represión contra la huelga de los mineros.