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Enmarcado en un escenario de cuento y 265 kilómetros de pistas de esquí a sus pies, Club Med Gran Massif ofrece a sus huéspedes una oferta gastronómica a la altura de la estancia.
19 de febrero de 2024
Ante un bucólico escenario,- que bien podría haber inspirado a los cuentos Johanna Spyri sobre aquella inquieta y curiosa niña que revoloteaba por las montañas queriendo saborear la libertad llamada Heidi-, descansa el hotel Club Med Samoëns Morillon.
Anclado a pie de pista de la estación de esquí de la que toma el nombre y con el pintoresco pueblecito de Samoëns a sus pies, este hotel cinco estrellas todo incluido se erige como una de las mejores opciones para alojarse y disfrutar de una rica gastronomía en este rincón de los Alpes franceses, si se busca comodidad a la hora de esquiar y auto recompensarse con una rica fondue.
Todo incluido en el mayor resort de montaña del mundo
El hotel se encuentra 1.600 metros de altitud, enmarcado en el valle del Griffe y a una hora de Ginebra y cuenta con transfers que parten desde el aeropuerto, directos hasta la recepción, para una mayor comodidad. Para cubrir las necesidades de todos los clientes alojados en el mayor resort de montaña del mundo -con 423 habitaciones- el sello francés apuesta por espacios grandes y el formato bufé en uno de sus dos espacios gastronómicos.
La panorámica de la que goza Club Med Grand Massif Samöens Morillon.
El resort se encuentra a los pies de la cuarta superficie esquiable más grande de los Alpes franceses, 265 kilómetros de pistas para todos los públicos a los cuales se tiene salida directa desde el hotel, que ofrece el servicio todo incluido premium, el forfait y hasta 25 horas de clases de esquí o snow impartidas por monitores de la escuela de oficial.
¿Que no queda nieve? Pasar su día en la piscina y spa no es suficiente, otro plus de Club Med es que garantiza al cliente su ratito de esquí. Si el 50 % de los remontes permanecen cerrados, se le ofrece la posibilidad de dirigirse a otra estación de los Alpes donde las condiciones de la nieve sean mejores y así, que nada pueda arruinar unas prometedoras vacaciones de esquí.
La piscina de Club Med Grand Massif.
Comida de sol a sol
Como acostumbran a ofrecer en el resto de hoteles de la cadena, sin importar la categoría ni la ubicación, una de las alas del hotel está destinada a la gastronomía, junto con otros servicios. El espacio que ofrece el formato bufé, llamado Cozy Mountain, ocupa una de las plantas y éste abre en horario de desayunos, comidas y cenas.
Disponen de varias estaciones donde disponen una amplia variedad de comida, desde aperitivos y entrantes que van desde la charcutería y otras elaboraciones como pueden ser las tan típicas terrinas francesas como el grillete o el pâte en croûte, así como quesos del país que recorren grandes referencias que se elaboran en los alrededores. Cuentan con un cheese sommelier que corta al momento y a la carta la selección deseada: desde camembert, morbier, Comte, varios azules, otros de vaca como el tomme de Savoy, típico de la región.
Après ski en el Club Med Grand Massif.
Especialidades locales comparten mostrador con otros platos de cocina comfort internacional: la pizza y la focaccia son un básico en el córner italiano, pero también suelen ofrecer algún plato de pasta o risotto. También hay guiños a otras cocinas, como la brasileña, en deferencia al gran número de clientes que proceden de este país.
El restaurante Lounge Skyline.
Unos peldaños más arriba, con una panorámica de 360º, espera el espacio gourmet Lounge Skyline, al que se puede acudir para una experiencia más cuidada. Aquí se elige por carta, y por la noche disponen de un menú con entrante, plato principal y postre y diferentes opciones a elegir en cada apartado. El plato fuerte de esta propuesta es, sin duda, la fondue que se puede pedir como extra para fundirse, como el queso, ante esas vistas. Disponen de tres variedades, la clásica Savoyarde y la que incluye tomate, son las más recomendables.
La fondeu a 1.600 metros que se puede disfrutar en el Club Med Grand Massif.
Cuando la ocasión se presta más a un snack con una copa de vino, The Carillon y Skyline Bar, son los bares a los que acudir. Atendidos y amenizados con diferentes actividades a lo largo de el día, son buenos rincones a los que acudir en tiempos muertos o si se decide perdonar un día de esquí.
Una de las estancias de descanso del hotel.
Además de sus habitaciones, Grand Massif Samoëns Morillon ofrece la oportunidad de alojarse en uno de sus 11 Apartamentos-Chalets, y disfrutar así de un chalé francés sin preocupaciones. Dentro de la gama Exclusive Collection, tienen también acceso a todas las actividades del resort, pero con total privacidad con el fin de brindar una estancia perfecta. Los huéspedes que se alojan en el Apartamentos-Chalets disponen de un salón independiente, conserje, champán ilimitado a partir de las 18h y sala de esquí particular.
Compromiso con el medioambiente
Club Med colabora con Asters, la organización de preservación de paisajes naturales de Alto Saboya, financiando el programa de protección de la biodiversidad local y reintroducción de especies de aves en peligro de extinción. Desde 2018, cuentan con la certificación Green Globe, que garantiza operaciones responsables y en 2019 Club Med lanzó el programa "Happy to Care", que expresa la voluntad de tener una actividad responsable con el mínimo impacto en el medioambiente.
Fuente: El Español