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Hoteles que son palacios para dormir plácidamente

Si te has preguntado alguna vez que se siente al descansar en un palacio, hoy (y siempre) es un buen día para disfrutar de este lujo en alguno de estos alojamientos.

19 de marzo de 2024

El 15 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, que, como cada año, nos recuerda su importancia para tener una mayor calidad de vida. Esto implica cumplir algunas rutinas que hacen que podamos dormir mejor, como una correcta alimentación, la práctica de ejercicio y un ambiente idóneo. Porque también importa el lugar y el entorno en el que lo hacemos, despertar con vistas al mar, en un pequeño pueblo donde reina el silencio o entre los muros de un palacete histórico garantizan el descanso, en estos hoteles, el sueño plácido está asegurado.


PALACIO DE ARENALES (CÁCERES)

Nada puede alterar la paz que se respira en este hotel en plena naturaleza cacereña y rodeado de cientos de olivos centenarios donde la mirada se pierde en el horizonte. Así, quién no desconecta. El Palacio de Arenales era antes de hotel boutique de la cadena Hospes la residencia de verano de los Golfines, que tenían su palacio en Cáceres, y venían aquí en los meses estivales a disfrutar del campo. Hoy en él reina el minimalismo, la calidez y los tonos neutros, la línea de su decoración, basada en los colores suaves y cálidos en habitaciones y estancias. Ambiente que también se respira en su restaurante Las Corchuelas, un referente culinario en la ciudad por su fusión de cocina extremeña tradicional con cocina de autor.


© Palacio Ico

PALACIO ICO (LANZAROTE)

Suelos de tea, techos con artesonados de más de 4 metros de altura, anchos muros de piedra, balcones tradicionales de madera, patio tradicional... Conserva este edificio de Teguise de 1690, ejemplo de arquitectura señorial canaria, detalles originales que no pueden combinar mejor con mobiliario cuidadosamente escogido, delicadas texturas y una selección de obras y piezas de artistas y artesanos de la isla. Y es que cada elemento ha sido seleccionado buscando el equilibrio y la armonía. En sus nueve exclusivas habitaciones -todas diferentes-, algunas con acceso a un patio privado, se descansa de lujo, como se come en su restaurante, referencia gastronómica de la cocina contemporánea en el archipiélago, basada en el producto kilómetro 0 (hotelpalacioico.com).


© @palaciodelcarmenhotel

PALACIO DEL CARMEN (SANTIAGO DE COMPOSTELA)

Muy cerca del casco histórico de Santiago, a solo diez minutos andando de la plaza del Obradoiro, queda este edificio palaciego (espanol.marriott.com) que antiguamente albergó el convento de las Oblatas. Entonces era un lugar tranquilo para la meditación, hoy un cinco estrellas de lujo con todo lo que uno desea: terrazas, piscina climatizada, jardines y un restaurante de vanguardia, El Camelio, donde soñar después de un día sin parar por la ciudad.


© @hotelalfonsoxiii

ALFONSO XIII (SEVILLA)

En los primeros años del siglo XX se levantaron en España una colección de lujosos hoteles con el beneplácito de Alfonso XIII -o por deseo expreso de él-, que no solo fueron refugio de grandes personalidades, también emblema de la hostelería nacional: El Ritz de Madrid, el Alhambra Palace de Granada, el María Cristina de San Sebastián, el Miramar de Málaga, el Real de Santander o el que lleva su nombre de Sevilla. Entre la Puerta de Jerez, el Palacio de San Telmo y la Fábrica de Tabacos, este alojamiento es memoria de la capital hispalense desde 1929, cuando se construyó para la Exposición Iberoamericana. Tras una fachada historicista, estancias señoriales - como la suite Alfonso XIII y la contigua Victoria Eugenia- con una decoración de influencias andaluza, morisca y castellana, un magnífico patio de columnas donde se encuentra el restaurante San Fernando, y la terraza, un espacio informal de aire contemporáneo (espanol.marriott.com).


© CoolRooms Palacio de Luces

PALACIO DE LUCES (ASTURIAS)

Lastres es un pueblo marinero precioso, entre el Cantábrico y los Picos de Europa, con su caserío de callejuelas estrechas y empedradas colgado en la ladera de la montaña. A solo un par de kilómetros de él y a 10 minutos de la plaza, rodeado de jardines y con vistas al paisaje de la sierra del Sueve, se esconde un palacio donde conectar con la naturaleza, encontrar la paz lejos del ruido e ideal para alargar las noches y los días. Habitaciones distribuidas entre el palacio del siglo XVI y un edificio anexo contemporáneo, una ermita del siglo XVI, terrazas para disfrutar al aire libre, un spa con sauna, camas de relajación y piscina climatizada y un restaurante gastronómico que rinde homenaje a la tierra y al mar, con una cocina basada en la vuelta a los orígenes a través de recetas tradicionales asturianas. Todo suma a la hora del descanso.


© Palacio Arriluce

PALACIO ARRILUCE (VIZCAYA)

Despertar, asomarse a la ventana y ver el mar no es algo que se pueda disfrutar todos los días, pero cuando pasa, el placer es inmenso. Con vistas al Cantábrico uno se levanta cada mañana en este cinco estrellas de Getxo, sobre la bahía del Abra, pero no es el único de los lujos de su experiencia de exclusividad. Ocupa un edificio palaciego de 1912 cargado de historia que marcó tendencia entre la emblemática aristocracia de principios del siglo XX, que acoge hoy medio centenar de habitaciones elegantes y sofisticadas, cada una con su propia personalidad. Al mismo nivel, su propuesta gastronómica, su coctelería de autor, los relajantes tratamientos de su spa de alta costura o las experiencias diseñadas por el autor, como un paseo en velero por el Abra que finaliza en el Museo Guggenheim.


© Sofraga Palacio

SOFRAGA PALACIO (ÁVILA)

En las callejuelas adoquinadas intramuros que rodean la catedral de Ávila se descubre un nutrido conjunto de palacios renacentistas que se levantaron en la ciudad en el siglo XVI, el momento de mayor esplendor de la ciudad, y que ahora tienen nuevos usos: el de los Serrano, la mansión de los Águila, el de los Verdugo o el de los Sofraga, adosado a la muralla, junto a la puerta de San Vicente, y rehabilitado para acoger un precioso hotel-restaurante boutique donde los siglos de historia han quedado atrapados entre sus paredes de mampostería y ladrillo. Ninguna de sus estancias es igual a otra, pero todas resultan cálidas y elegantes, y tan placentero resulta despertar y ver desde la ventana tanta monumentalidad como disfrutar en cualquier momento del día de su gastronomía, ya sea a la hora de comer en su restaurante especializado en cocina de mercado, en su agradable jardín o en su gastrobar, en el que degustar desde un café a una copa con estilo (sofragapalacio.com).


© CoolRooms Palacio de Villapanés

PALACIO VILLAPANÉS (SEVILLA)

En pleno centro de Sevilla y a escasos metros del barrio de Santa Cruz abre sus puertas esta casa-palacio donde tenía su hogar el marqués de Torre Blanca de Aljarafe. Es un lugar con historia y se siente nada nada más cruzar la puerta y ver el magnífico patio de las Naranjos. Una profunda rehabilitación ha conjugado la tradición y el legado histórico del conjunto palaciego con el lujo actual de piezas de diseño internacional de la mano de Patricia Urquiola y GCA Arquitectos, encargados de transforman el palacio en un hotel CoolRooms (coolrooms.com), cuyos edificios se distinguen por estar situados en edificios emblemáticos, céntricos o en entornos naturales privilegiados. En sus 50 habitaciones se duerme como un rey, pero más especial es hacerlo en la suite El Torreón, en la cúpula del edificio, una maravilla de 85 m2 con terraza, preciosos artesonados, cristalerías y una bañera de mármol del siglo XIX. Para descansar el resto del día y disfrutar está la azotea con una pequeña alberca, camas balinesas y vistas a la iglesia del Salvador y la Giralda, el restaurante Los Rincones del Marqués y su cocina típicamente andaluza y una recién inaugurada zona wellness.


© Palacio Condes de Cirac

PALACIO CONDES DE CIRAC (LA RIOJA)

El tiempo dejó en el olvido los muros de piedra de este palacete del pequeño pueblo de Villalba de Rioja del siglo XVI que descansa entre viñedos y las faldas de los montes Obarenes, a 4 kilómetros de Haro, el pueblo con la mayor concentración de bodegas centenarias del vino. Pero la historia de sus nobles moradores, como Pedro Ruiz del Castillo, fundador de la ciudad de Mendoza en Argentina, y luego los condes que le dan nombre, está ahí y hoy ha recobrado vida para acoger una casa rural boutique donde las palabras tradición, historia, modernidad y confort tienen sentido. Solo 8 habitaciones y suites, ambiente íntimo y familiar y una soleado patio que es un remanso de paz para disfrutar del desayuno o de un baño en la piscina salina climatizada (palaciocondesdecirac.es)

Fuente: Hola